Decorar con elementos reciclados es barato y todo un arte: botes, latas, cajas, palés… ¡dales una segunda oportunidad y renueva tu mobiliario fácilmente!

¿Quién dijo que para decorar hay que gastar? Aquí tienes unas cuantas ideas creativas para que redecores tu casa al más puro estilo “hand made”, originales y fáciles de hacer. ¡Inspírate!

Un palé o… ¿una mesa?

Tan sencillo como lijarlo y atornillarle unas ruedas… ¡Voilá! Ya tienes una mesa baja para el salón, rústica y muy personal según la pintes.

Latas o… ¿un portalápices?, ¿una repisa?

Las latas de tomate o de conservas puedes forrarlas de tela o de papel pintado, y convertirlas en portalápices, y si quieres, en una moderna estantería. Solo tienes que quitarles el fondo, forrarlas todas y pegarlas unas con otras haciendo la forma que más te guste, redonda, cuadrada, desigual… una vez acabada solo tendrás que colgarla como si fuera un cuadro.

Retales o... ¿una colcha de sofá?

Para las amantes de la costura los retales de tela son tan tentadores como los caramelos, junta los que más te gusten y hazte unas fundas de cojín, incluso una colcha-manta para decorar el sofá y abrigarte en las tardes más frías. ¿Tal vez una alfombra colorista?

Una caja de fresas o… ¿una estantería?

Limpia, lijada y pintada, una caja de fruta puede ser la estantería que buscabas para colocar las toallas del baño, o la jardinera perfecta para llenarla de plantas. Este toque de madera y flores te llenará de vitalidad.

Un tarro o... ¿un candelero?

Decora tu baño con luz tenue y relajante. Los tarritos de cristal más pequeños, los de yogur, puedes transformarlos en porta-velas de mesa, o colgantes si les añades una estructura de alambre, para usarlos de farolillos. Transparentes son ideales, pero con pintura para bombillas es fácil cambiarles el color. Los tarros más grandes serán buenos candeleros, o incluso “botes nostalgia”, llenos de conchas, arena o flores secas, que aporten dulzura y personalidad a la estancia.

Ideas frescas y diferentes

Si te gusta crear y “customizar” tu hogar, la imaginación no tiene límites.
  1. Desmonta ese cuadro que no te gusta nada y quédate con el marco barroco… verás que bien queda enmarcando fotos familiares, títulos o vinilos de pared.
  2. Un mueble antiguo puede convertirse en un aparador de lo más genial con un buen lijado y un restyling con papel pintado.
  3. Si se te da bien dibujar, ¡puedes hacerte tu propia plantilla en cartulina y plasmar con spray una frase que te encante, o un dibujo, en esa pared que tienes libre!
  4. Esta idea también vale para que decores con un rotulador especial para tela ese par de cojines lisos que tienes en el sofá.